Críticas y opiniones.

Críticas y comentarios:


 dijo...
Esta novela refleja en primera persona y con sintaxis sencilla pero apasionada, la aventura que vivió el capitán Juan Ruiz de Medinaceli bajo las órdenes del intrépido Brigadier Churruca y junto a un puñado de valientes marineros e intrépidos oficiales en busca del “Escorpión de los Vientos”. Del asesinato del ex tutor real de Fernando VII, don Garcilaso de Villacastín a los increíbles sucesos de Dominica en donde se celebró el último juicio de la inquisición americana. Del hallazgo del “Escorpión” en tierras de los sorprendentes indios Oconi al encuentro con el corsario Abercromby y por último, su postrera misión. Matar al almirante Villeneuve, al cobarde Domanoir y al mismísimo Napoleón en el París de 1806. Si queréis viajar con la imaginación, esta novela no os defraudará.
francisco dijo...
He tenido la suerte de leer los tres primeros capítulos y me he quedado enganchado. Espero que se publique pronto. La recomiendo para quien quiera leer un novela sencila, apasionada y con un trasfondo, a mi modesto entender, de amor y respeto a nuestros heroes de aquellos años. Creo que el precio estará entorno a los 18 o 20 eurillos. No está mal.
isabel dijo...
Hola a todos. Ya tambien he leido los primeros capítulos. y he de decir varias cosas. Su lenguaje sencillo y apasionado te acerca a los personajes de un forma muy cercana y humana. En especial al protagonista. Este novel escritor, no es una gran figura literaria, pero yo creo, que como dice en la contraportada: , "Y es que nada me llenaría más de orgullo que haceros soñar, imaginar y viajar con los valientes del “Espíritu de María” antes de dormir. Cerrar los ojos unos instantes, respirar hondo y estaréis andando y oliendo el mar por su cubierta…" Para mi, estimado J J Ruiz, lo has conseguido. Enorabuena. Cuenta con un comprador.
francisco dijo...
Hola. En mi opinión, "el legado del Escorpión" es una novela original y ágil. Sin vericuetos linguísticos tan de moda para algunos escritores de ahora. Si lees la novela sin prisa, poco a poco, te relaja y apasiona. Me gusta como se mezclan los personajes reales y ficticios. El comienzo, con la muerte del general Gravina, te "engancha" rapidamente. Lo recomiendo.
arturo dijo...
Saludos a todos. Soy marino mercante y mi hijo se la descargó por equivocación. He de decir que ha sido un afortunado error ya que me está gustando bastante. Quizás se hecha en falta más vocabulario técnico, pero como ha dicho alguien con anterioridad, no le hace falta. Recomendable sin duda para pasar un buen rato leyendo. Por cierto, yo prefiero el libro impreso al Ebook.
Anónimo dijo...
Hola Juanjo!!! Te deseo mucho éxito con tu novela - Alejandro
Anónimo dijo...
Yo ya la he comprado. Sin duda, estamos ante una buena novela histórica de ficción en la que el personaje principal te hace sentir la aventura junto a él... El principio, el desarrollo y el apasionante e inesperado final está muy bien conseguido. Me gustan sus intra historias. He leido la novela en unos pocos días. J J Ruiz yo también te deseo lo mejor para tu novela. --Amador Lluls--
Anónimo dijo...
Juanjo, ¡no sabia que te gustaba escribir! ¡Y menos aun que lo hicieses tan bien! De todas maneras siempre tuvistes imaginacion para esto. Me enteré la semana pasada en el Clínico y te hemos comprado cuatro ejemplares. No hace falta que te diga que tienes que dedicármelo. En cuento sepas la fecha de la presentación en el Palacio de la Prensa nos avisas que pensamos ir unos cuantos a acompañarte. -Rosario Castillo-.
Anónimo dijo...
francisco dijo... Me gusta tu novela J J RUIZ. Sencilla, apasionada y seguro que el protagonista es tu alter ego. No digas que tienes sintaxis sencilla porque es fácil de leer. A los que amamos la literatura histórica no nos gustan mucho los datos y las referencias no necesarias para el encadenamiento de la accion. Y tú lo haces muy fácil. Enorabuena. Esperamos noticias del cpitán Juan Ruiz de Medinaceli y su enemigo de sangre Godoy... Firmado; Francisco
Anónimo dijo...
Buena novela, "El Legado del Escorpión", la que acabo de terminar de leer. Bien documentada, sin datos superfluos y que destila un amor enorme a los heroes de Trafalgar. Su lenguaje sencillo y irónico, que seguro refleja la personalidad de J J RUIZ, recuerda a los grandes autores de aventuras. Como Armillero y Granaíno la recomiendo. El capítulo del asesinato del Conde de Armilla es extraordinario. Tal vez el autor sea un novel de 43 años, pero sin duda su imaginación se halla a la altura de los muchos talentos desconocidos de nuestro país. - Mercedes Ramos G -
Anónimo dijo...
¡No puedes dejar de leerla!. es de esas novelas que cuando terminas dices; ¡Vaya, se la tengo que recomendar a mis alumnos! En seis dias la terminé leyendo únicamente por la noche. Es incriblente adiptiva. Esa es la palabra. Ojalá JJ RUIZ haga la continuación o alguna otra novela con su original estilo y fresca ironía. -Antxon Alkiza-
Ignacio dijo...
Hola a todos, conocí la novela cuando se estaba gestando y el autor estaba en pleno proceso creativo. Juan es como escribe: claro, diáfano, imaginativo, trabajador, ilusionado, optimista, soñador, y bueno. Es decir Juan tiene la suerte de ser un niño grande. Bueno... muy grande no, pero vaya... crecidito. Hace falta esta literatura en España. Alguien tiene que contar a nuestras generaciones de españoles que muchos vivieron y murieron para que España sea una gran Patria de todos. Que esos españoles gloriosos son muchos y grandes y que lo dieron todo,... , TODO por España, es decir por ti y por mi. Les debemos mucho y sobre todo les debemos el ejemplo. ¡VIVA ESPAÑA!. Y que todos comprendan que este no es el grito estertóreo de un facha o un ultra o un retrógrado, sino que es un grito lleno de amor a todos los españoles.
margarita dijo...
Fue muy emotiva y estuvistes muy espontaneo. Tu novela habla de valores que ya no están de "MODA" En cuanto la termine mi hermana me pongo con ella. Por favor haz la continuación y no pierdas la frescura ni la ironía. -Margarita bellvite-
Anónimo dijo...
Buenos dias. Soy Angel Molina, Un antiguo, amigo del autor. Vivo en Madrid y por el boca a boca me enteré en el colegio San Juan García de tu escondido talento. Sin duda empezó en aquellos poemas que le dedicabas a las niñas, bribón, jeje. Juanjo, permíteme un frase de tu amada "STARWARS". Pequeño aprendiz de escritor..."Has conmocionado a la FUERZA. El maestro yoda está orgulloso de Tí" Quiero un ejemplar de tu novela, pero, por supuesto, lo quiero dedicado. Un abrazo muy fuerte. Espero noticias tuyas. Te dejo mi email en to correo de facebook.
Anónimo dijo...
Vaya, vaya, con "El Legado del Escorpión". No me creo que el autor sólo tenga una novela publicada. Y si es así, por favor, no pares ahora. Se hecha en falta este tipo de novle histórica y heroica. Permíteme un pequeño y modesto consejo: Si haces una segunda edición, que seguro que la haces, elimina las notas a pie de página. Tu novela engancha desde las primeras páginas. Haz que la gente "trabaje" tu novela. Enseñas a los lectores mucho más de lo que piensas. ¿Vas a narrar en la continuación algo de la estancia de tres años del protagonista, en el Japón Imperial? Espero que sí... Enorabuena J J Ruiz. fdo. Sebastián Peñaroya

El Santísima Trinidad (oficialmente Nuestra Señora de la Santísima Trinidad)

El Santísima Trinidad (oficialmente Nuestra Señora de la Santísima Trinidad) fue un navío español de 136 cañones en un principio, ampliados hasta 140 con posterioridad, el más grande de su época, siendo el único barco de cuatro puentes, por el que recibiría el sobrenombre de El Escorial de los mares.

Contenido


Diseño y construcción

La artillería de la que disponían sus baterías tras la última reforma de 1803 era de 136 piezas, incrementadas a 140 poco antes de la batalla de Trafalgar con el embarque de 4 obuses de a 4 libras (32 de a 36 libras, 34 de a 24, 36 de a 12, 12 de a 8, 16 obuses de a 24, 4 de a 4 y 6 esmeriles), llegando, pues, a convertirse en el barco más grande y artillado de su tiempo.
La Armada Española dispuso de 237 navíos de línea botados entre 1687 y 1853. Sólo trece de ellos disponían de tres puentes con artillería de 100 a 120 cañones (como el Santa Ana o el mismo Santísima Trinidad). El resto de ellos era de dos puentes que tenían entre 50 y 80 cañones.
Planos del Santísima Trinidad antes de ser convertido a cuatro puentes.
En octubre de 1769 fue botado en los astilleros de La Habana el navío que por Real Orden recibiría el nombre de Santísima Trinidad, cuyas dimensiones eran las siguientes:
  • Eslora 213 pies de Burgos y 8 pulgadas (61,40 m)
  • Quilla 182 pies y 5 pulgadas (52,72 m),
  • Manga 57 pies y 9 pulgadas (16,59 m),
  • Puntal 28 pies y 11 pulgadas (8,31 m)
  • Arqueo 4.902 toneladas (7.443,69 m3)
  • Lastre de 1.546 quintales (71,12 tn).
Costo de fábrica: 40.000 ducados españoles.
Además la madera fue transportada hacia La Habana desde el poblado de San Jerónimo por el estero Vertientes en la provincia de Camagüey, hoy municipio Florida. Se utilizaron maderas preciosas, como caoba, júcaro y caguairán.
Después de ser probado en alta mar, se dieron cuenta de que sufría de varios inconvenientes, que fueron corregidos en los astilleros de Ferrol y Cádiz. Tales fueron las modificaciones ejecutadas, que se convirtió en el único navío del mundo que contaba cuatro puentes. Pasó a tener las siguientes dimensiones:
  • Eslora 220 y 6 pulgadas (63,36 m),
  • Quilla limpia 188 pies (54,02 m),
  • Manga 58 (16,67 m),
  • Puntal 28 y 9 pulgadas (8,26 m),
  • Plan 29 pies y 10 pulgadas (8,57 m),
  • Calado a popa 29 pies y 7 pulgadas (8,50 m)
  • Calado a proa 27 pies (7,76 m)
  • Arqueo: 4.902 toneladas (7.443,69 m3)
  • Lastre: 20.000 quintales (920 tn)
  • La tripulación y guarnición era de 1.071 plazas y 25 criados.

Historial

En julio de 1779, España declaró la guerra a Gran Bretaña junto a Francia en apoyo a las colonias norteamericanas en su Guerra de la Independencia. El Santísima Trinidad fue el buque insignia de la flota española y tomó parte en las operaciones en el canal de la Mancha a finales del verano de ese año. En 1780, participó en la captura de un convoy inglés de 55 buques. En 1782 fue incorporado a la escuadra del Mediterráneo y participó en la batalla del cabo de Espartel.
El Infante don Pelayo acude al rescate del Santisima Trinidad en la Batalla del Cabo de San Vicente del 14 de febrero de 1797
Se lo recuerda sobre todo por su trágico final en la batalla de Trafalgar (1805). Estuvo en aquella ocasión bajo las órdenes del jefe de escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros, y con Francisco Javier de Uriarte y Borja como Capitán de Bandera. Tras una dura lucha fue capturado por los ingleses en muy malas condiciones, con más de 200 muertos y 100 heridos. Los ingleses pusieron todo su empeño en salvarlo y llevarlo al puerto inglés de Gibraltar, siendo remolcado por las fragatas HMS Naiade y HMS Phoebe. Sin embargo, finalmente se hundiría el 24 de octubre a unas 25 ó 28 millas al sur de Cádiz.
Símbolo del final del poderío español en los mares, la mayor arma de guerra de su época permanece ahora en el fondo del mar. Sus piezas de artillería fueron extraídas e instaladas en la entrada del Panteón de Marinos Ilustres situado en el Arsenal de la Carraca en San Fernando (Cádiz).


Conversión mimética del Santísima Trinidad, amarrada en el puerto de Málaga y realizada a partir de un viejo buque de carga con casco de acero.
Portada de Trafalgar (Ed. 1882).
Benito Pérez Galdós en su colección de novelas históricas de los Episodios nacionales, embarcará a Gabriel de Araceli en el Trinidad, en la primera novela de la primera serie titulada Trafalgar. Se narran las vivencias de Gabriel en los preparativos de la batalla, durante la misma y después del combate, dando su visión de la contienda y de cómo tuvieron que ser rescatados más tarde ante el inminente hundimiento del navío.
En 2006 un barco mercante fue acondicionado para imitar el aspecto externo del Santísima Trinidad, no tratándose por tanto de una verdadera réplica. La conversión fue comenzada en Galicia, donde el casco original de acero recibió un primer revestimiento de falsas tracas de madera así como las implantaciones de los mástiles. Las galerías de popa, el beque y la arboladura fueron realizados en Algeciras. Finalmente el barco fue remolcado para ser amarrado en el puerto de Málaga, donde se le utiliza como restaurante flotante, discoteca y sala de exposiciones.

PERSONAJES OSCUROS - Manuel Godoy y Álvarez de Faria


Manuel Godoy y Álvarez de Faria (1767-1851) fue un militar, noble y estadista español cuya trayectoria como militar y político lo han convertido en una de las figuras más controvertidas y odiadas de la historia contemporánea de España. 
Su padre, coronel del ejército, se esforzó porque hiciese carrera militar, instruyéndole en esgrima y equitación, pero sin desatender las enseñanzas humanísticas, en las que también destacó. Aprendió francés e italiano, e ingresó en 1784 en la Guardia de Corps de Carlos III, donde ya servía su hermano. 
Es difícil entender su veloz ascenso desde este punto hasta su llegada al Ministerio Universal, en 1792. Se han barajado muchas hipótesis, entre ellas, una supuesta relación entre la reina y él. Que por otro lado, parece más que probada. Otros historiadores creen que Godoy fue favorecido por las circunstancias.

En 1801 las circunstancias se volvieron  favorables a Godoy, con el consulado vitalicio de Napoleón y la retirada de hombres fuertes del gobierno como Jovellanos o Saavedra. Establecido nuevamente en puestos de influencia, organizó la guerra de las Naranjas contra Portugal, instigado por Napoleón, que fue un éxito veloz: Portugal cesaba en su comercio con los ingleses y entregaba Olivenza a España. Pero Napoleón no estaba a gusto con el comportamiento del valido español, al que quería forzar a compromisos mayores.
Bonaparte logró finalmente la alianza con España en 1805, que suponía la unión de la flota española a la francesa, y que terminó en la batalla de Trafalgar, que ganaron los ingleses, poniendo fin a los planes de invasión de Inglaterra por parte de los franceses.

Godoy obligó al Genaral Gravina y a todos los jefes de la Marina a obedecer al inepto almirante frances Villeneuve, responsable de la derrota.


El nuevo proyecto napoleónico era el de bloquear comercialmente a Inglaterra, a lo que Portugal nuevamente se oponía. Napoleón firmó con Godoy el Tratado de Fontainebleu (1807), por el cual el valido y el emperador francés se repartían el territorio portugués en tres partes, una de las cuales correspondería a Godoy. Además, España haría grandes sacrificios en hombres y recursos para el emperador francés.

La invasión de Portugal por la fuerzas francesas supuso, al mismo tiempo, la invasión de España siendo el principio de nuestra guerra de la independencia.





El príncipe Fernando, cansado de la política de Godoy y apoyándose en sectores de la alta nobleza, urdió un plan para apartarle del poder y hacerse coronar, el motín de Aranjuez, en 1808. Capturado y cesado en sus funciones Godoy, el príncipe Fernando no logró, no obstante, sus fines, merced a la intervención de Napoleón, que lo obligó a abdicar en su hermano José Bonaparte.
Con el fin de la guerra de la Independencia (1814) y el retorno de Fernando VII, Godoy fue enviado al exilio en Pesaro, posteriormente en Roma junto a los reyes Carlos IV y su esposa (hasta 1819), a los que permaneció fiel, y más tarde en París, donde murió a pesar de que Isabel II en 1847 le devolvió todos sus honeres (quitados por Fernando VII) y le autorizó la entrada en el país.

Murió en el exilio en 1851, en Francia. Tuvo dos matrimonios, con María Teresa de Borbón entre 1797 y 1828 (primera de Carlos IV) y una tormentosa relación extramatrimonial con Josefa Tudó.

Shikoku Island - Japan

EN ESTE BELLO PAISAJE COMIENZA LA AVENTURA DEL "LEGADO DEL ESCORPIÓN"


PRÓLOGO DE LA NOVELA...

Monasterio franciscano de Tokushima
Isla Japonesa de Shikoku

Hoy he recibido una carta desde España. El teniente denavío, Juan Esteban Lombardi, es quien la remite. El únicode los míos que sobrevivió en la batalla de Trafalgar hace hoy, precisamente, Tres largos años.
Según leo, muchas penalidades han ocurrido en nuestra patria en estos largos años.

«La familia Real, y la vida política, sigue estando manipuladapor el bastardo Godoy. Ni siquiera el Motín de Aranjuez, que provocóla abdicación del rey Carlos IV en su hijo, Fernando VII, hapodido con él. No obstante, Juan, el escarnio más grande, la mayortraición realizada por ningún hombre a nuestra nación, estaba aúnpor llegar. Ocurrió en Bayona, el 6 de mayo de este mismo año, y
delante de Napoleón.»

Me narra Lombardi con todo lujo de detalles, ya que fue testigopresencial, cómo nuestro cornudo y bobalicón rey y su ninfómana consorte, abdicaron del trono por segunda vez en su hijo.
«Las escenas que se vivieron en los días siguientes fueron realmentevergonzantes. Padres e hijo se echaron en cara, y públicamente, toda clase de reproches. Al final, y presionado por las amenazas de exilio de sus padres, Fernando VII aceptó el trono como si le obligaran a comer excrementos de perro. Pero al llegar la noche, y en medio de la cena ofrecida por Napoleón, el anormal del Príncipe de Asturias, no sólo expuso que no la quería, sino que pidió la intervención del gabacho.»
Escribe Lombardi que ese fue el instante en el que Napoleón compróel trono de España para su hermano, José I. Y todo esto sucedió tres días después de que los franceses asesinaran a cientos de patriotas madrileños en el monte Príncipe Pío la noche del tres de mayo. «¿Quieres saber el precio?», me escribe Lombardi.
«Un palacio en Compiégne, una pensión de treinta millones de reales y tierras para caza y pesca para los reyes.
Por su parte, Fernando VII ha sido instalado en Valencay, donde recibe casi a diario a la esposa del ministro de exteriores, Madame de Talleyrand, a la que siempre acompañan cuatro o cinco prostitutas. Pese a su conocida impotencia, las orgías son constantes.»
Y concluye mi hermano de armas, con una reflexión.
«Si los franceses han invadido nuestra patria, ¿por qué quieres morir en un país tan lejano como ese? Yo, querido amigo, parto hoy mismo para tu Granada natal. Allí me pondré a las órdenes de un valiente, el General Castaños, que está reuniendo tropas para enfrentarse al general Dupont.
                                  Un abrazo y buenos vientos.»
Después de leer esta carta varias veces, únicamente me queda una cosa por hacer. Preparar mi regreso a la lejana España. Y durante la larga travesía de vuelta tengo que realizar algo que le he prometido a mi mujer y a mi hijo: escribir toda la verdad de lo que yo viví, hace unos años, junto a los hombres más honestos y valientes que ha dado España hasta la fecha.
Hay tanto que contaros que no sé por dónde comenzar. Aunque posiblemente, sí, deba hacerlo por el último día de la vida del general Gravina…