PERSONAJES DE LA NOVELA...


Antonio de Escaño (1752-1814)

De entre las personalidades que destacan en la historia del municipio de Cartagena es especialmente relevante la del almirante Antonio de Escaño, segundo oficial al mando de la armada española en la batalla de Trafalgar.
Antonio de Escaño y García Garro de Cáceres nació un 5 de noviembre de 1752, en una de las pequeñas calles peatonales que conectan en la ciudad de Cartagena la calle mayor con la calle del Aire, en una casa blasonada que aún hoy día se puede visitar.

Hijo de Martín de Escaño, capitán de infantería, que fuera regidor de Cartagena en 1736, y María Cristina Josefa García Garro de Cáceres, con abuelos de ascendencia gaditana y tradicionales vínculos con el ejército.
Su carrera en la marina comenzaría el 8 de julio de  1767, como guardiamarina del Departamento de Cádiz. En 1768 embarcaba en el navío El Terrible y en 1770 ya era alférez de la fragata. Sus grados fueron elevándose, en 1774 era alférez de navío, en 1782 capitán de fragata, en 1789 brigadier, en 1802 jefe de Escuadra y en 1805 teniente general.

La carrera militar de Escaño se desarrolló en dos ámbitos, por un lado en sus puestos de responsabilidad en tierra y por otro en sus facultades como marino y estratega en el mar.
En 1786 fue comisionado en Madrid para trabajar en la recopilación de las Ordenanzas de la Armada, junto a los oficiales Churruca y Mazarredo, elaborando también un Diccionario de Marina que le valdría su ingreso en la Academia de la Historia
En 1803 servía en la Comandancia de los tercios Navales del Norte, en 1808 se hacía cargo del ministerio de Marina y 1810 era nombrado Regente de España en Indias, puesto que sólo ocuparía hasta el mes de octubre, ya convocadas las Cortés de Cádiz, ciudad a la que sería trasladado, donde moriría en 1814 antes de poder consumar su traslado a su ciudad natal de Cartagena.

Como marino y oficial Escaño participó en alguno de los sucesos bélicos más relevantes de la historia de la armada española. En 1783 estuvo en la expedición contra Argel, en los conflictos de Brest,  Finisterre, de la Martinica;  en 1797 participó en la batalla contra la armada inglesa de Jervis, en el Cabo de San Vicente, donde pudo salvar al buque insignia de la armada, el Santísima Trinidad, siendo condecorado por ello con la encomienda de la orden de Santiago.
Pero sin duda su participación en la batalla de Trafalgar es la más relevante, dada su trascendencia. Siendo segundo jefe de la escuadra española, a las órdenes del almirante Gravina, sería el escogido para trasladar al jefe de la escuadra franco-española, general Villeneuve, la opinión española de romper el cerco de la escuadra inglesa saliendo de la bahía de Cádiz, sugerencia a la que el oficial francés se negaría.

Tras la conocida derrota infringida por la escuadra inglesa de Nelsón, de la que el almirante Escaño pudo salvar nueve buques que llegaron a fondear en Cádiz, fue el encargado de comunicar a Godoy, primer ministro de la regencia de Carlos IV, el desastre, ya que su superior, general Gravina, había sido gravemente herido. Gravina moriría días después y Escaño sería promovido a Teniente General, haciéndole entrega del bastón de mando de su anterior superior.
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